Diseñado para proporcionar una presión constante mediante una función de autonivelado. El sistema incluye circuitos, una tubuladura de presión y un generador de CPAP de burbujas.
Solución integral que incluye todos los componentes para administrar CPAP: máscaras nasales, cánulas nasales, gorros y arneses. Proporciona un sistema completo cuando se combina con un generador de CPAP de burbujas.
La terapia CPAP administra una mezcla calentada y humidificada de aire y oxígeno y genera una presión de distensión continua durante todo el ciclo respiratorio a través de una interfaz herméticamente sellada.1,2
Para obtener un sellado adecuado, es importante seleccionar una interfaz del tamaño correcto. Las cánulas binasales cortas o una máscara nasal son los tipos de interfaz más habitualmente utilizados para administrar CPAP.3 La eficacia de la terapia administrada no se ve afectada por la elección de las cánulas o la máscara (cuando se utiliza un auténtico sistema de CPAP) y ambas pueden alternarse en la práctica clínica para aliviar los puntos de contacto.4
La CPAP de burbujas, una modalidad de la terapia CPAP, puede ofrecer un beneficio adicional a los pacientes, ya que genera oscilaciones de presión que pueden mejorar el intercambio gaseoso y la eliminación de dióxido de carbono (CO2).5 Se genera un sellado subacuático sumergiendo el tubo espiratorio a una profundidad variable de agua. El gas que sale del tubo espiratorio produce burbujas que luego generan oscilaciones de presión.1 La CPAP se puede utilizar tanto en la fase aguda como en la de recuperación del síndrome de dificultad respiratoria (SDR).6,7
Existen varios beneficios y mecanismos de acción asociados a esta terapia que están bien documentados.
La CPAP mejora el reclutamiento del volumen pulmonar y ayuda a establecer y mantener una CRF adecuada (el volumen de aire que permanece en los pulmones después de una fase espiratoria típica).1,8,9 Este volumen es importante para mantener los pulmones abiertos tras la exhalación.
Se ha demostrado que la CPAP aumenta el volumen de aire que queda en los pulmones después de una fase espiratoria típica, lo que ayuda a mantener los pulmones abiertos.1,8
Ya en la década de 1970 se demostró que la CPAP restablecía la CRF, mejoraba la hipoxemia, reducía la resistencia vascular pulmonar y conservaba el surfactante.10,11

Fig. 1. Los impactos de la CPAP en el pulmón de un neonato con dificultad respiratoria. Sin presión positiva en las vías respiratorias, la CRF disminuye y la resistencia es alta, lo cual termina produciendo un colapso alveolar (en la imagen de la izquierda). Aplicando presión positiva en las vías respiratorias (en la imagen de la derecha), la CRF se conserva de manera eficaz y los alvéolos se mantienen abiertos.
La terapia CPAP puede mejorar el trabajo respiratorio al reducir la energía necesaria para expandir los pulmones durante la inspiración. 8,12,13
El trabajo respiratorio es la fuerza necesaria para expandir los pulmones oponiéndose a sus propiedades elásticas. Se ha demostrado que la CPAP aumenta el volumen pulmonar espiratorio final, lo cual ayuda a descargar los músculos inspiratorios y reducir el esfuerzo respiratorio.8,12,13
Durante la terapia CPAP se genera una presión distendida continua en todo el ciclo respiratorio y se administra una mezcla calentada y humidificada de aire y oxígeno.
El gas calentado y humidificado es un aspecto importante de la administración de la terapia CPAP, pues ayuda a los mecanismos de defensa naturales, mantiene la mucosa de las vías respiratorias y la función mucociliar y favorece la conservación de la energía destinada al crecimiento y al desarrollo.24,25
El uso exclusivo de la CPAP, o de la CPAP en combinación con un surfactante cuando se utiliza en la asistencia respiratoria primaria, se ha asociado a una menor necesidad de utilizar la intubación y la ventilación invasiva.14,15
La ventilación invasiva puede salvar vidas, especialmente en el caso de los lactantes prematuros nacidos con menos de 30 semanas de gestación y con síndrome de dificultad respiratoria (SDR). Sin embargo, puede contribuir a aumentar los índices de enfermedad pulmonar crónica. Las desventajas asociadas de la ventilación invasiva han traído consigo el desarrollo de más estrategias de ventilación no invasiva, como la terapia CPAP.3 Distintas investigaciones han demostrado que la CPAP se puede usar como una alternativa a la intubación rutinaria y la ventilación invasiva en neonatos con SDR.16,17
Las oscilaciones de presión generadas durante la terapia CPAP de burbujas producen vibraciones similares a las provocadas por la ventilación de alta frecuencia y pueden mejorar el intercambio gaseoso y la eliminación de CO2.5
Los estudios han demostrado que estas oscilaciones de presión pueden transmitirse a través de las vías respiratorias hasta llegar a los pulmones.5,18

Fig. 4 Representación gráfica de las oscilaciones de presión generadas por la CPAP de burbujas. El gráfico de presión-tiempo muestra de qué manera las oscilaciones de presión varían a lo largo del tiempo (línea verde) junto con la presión promedio resultante de las vías respiratorias/nasofaríngeas (NF) (línea azul).
Ensayos controlados aleatorizados y revisiones sistemáticas han evaluado el uso de la CPAP como asistencia respiratoria primaria y posterior a la extubación de los neonatos prematuros y de bajo peso al nacer con SDR, tanto en las fases agudas como en las de recuperación de esta afección.3,6,7
En los lactantes prematuros, el SDR es la afección respiratoria más habitual para la que se ha utilizado la CPAP desde la década de 1970.19,20 Varios estudios, que incluyen ensayos controlados aleatorizados y revisiones sistemáticas, han evaluado el uso de la CPAP como una modalidad de asistencia respiratoria de los neonatos prematuros y lactantes con SDR y han concluido que la CPAP es una modalidad eficaz de asistencia respiratoria para estos pacientes. 3,14,21-23
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